Para Cédric Surmin, un artista francés, el reciclaje es mucho más que un proceso de reutilización de materiales: es su estilo artístico. De acuerdo con el lema «de lo viejo a lo nuevo», este hombre de 39 años crea impresionantes y a veces extrañas esculturas a partir de chatarra, una de las cuales se erigió en un digno escenario: la Villa Olímpica de los Juegos de París de este año.
Este artista de la soldadura, más conocido por su alias «Shoodrik», fue elegido por la Fédération Française de Cyclisme (FFC), la federación francesa de ciclismo, para diseñar una obra de arte monumental para la Villa Olímpica de Saint-Denis. Se trata del complejo donde se alojaron todos los atletas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de este año. En consonancia con el tema del ciclismo, Shoodrik optó por una torre de 2,3 metros de altura hecha con bicicletas viejas, que soldó minuciosamente a partir de 12 000 piezas individuales. Una vez finalizaron los Juegos Paralímpicos, el 8 de septiembre de 2024, la torre se trasladó de la Villa Olímpica al Vélodrome National, sede de la Federación Francesa de Ciclismo, donde adorna desde entonces el vestíbulo.
Eliminación de óxido y limpieza de miles de piezas individuales
«Hacer una escultura para su exposición en la Villa Olímpica de París ha sido una gran oportunidad. Para terminar la obra a tiempo, trabajé como un loco durante seis semanas, 15 horas al día, los siete días de la semana», recuerda el artista francés. Al fin y al cabo, tenía que eliminar el óxido y limpiar no menos de un millón de piezas antes de considerar siquiera la posibilidad de soldarlas.
«La dificultad radica sobre todo en la limpieza y preparación de las piezas, que supone la mayor parte del trabajo», continúa. «El montaje de la escultura en sí no me resulta especialmente difícil, puedo calcular bien las proporciones y visualizar dónde tendría que soldar cada pieza. Es una habilidad que tengo desde niño».
Respuesta ecológica a la contaminación ambiental local
Sin embargo, su conexión con las bicicletas va mucho más allá que el encargo de la FFC. Este hombre de 39 años vive en la isla de Ré, en la costa occidental francesa, cerca de La Rochelle. La isla de Ré es conocida como la «isla ciclista»: hay más bicicletas que habitantes, lo que genera una enorme cantidad de basura. «Mi arte es una respuesta ecológica a este problema local», dice el artista, explicando por qué decide utilizar piezas oxidadas de bicicletas para su arte de soldadura.
Como materia prima para su torre de París, utilizó pedales, cuadros de bicicleta, así como piezas de frenos y bujes. Estos proceden del centro de detención central de la isla, donde la asociación «Icycle», dirigida por Coralie Morel, pareja de Shoodrik, lleva a cabo con los reclusos un proyecto de reacondicionamiento de bicicletas.
«La colaboración con la FFC no podría ser mejor para la promoción de la economía circular y el reciclaje», sonríe con satisfacción. Pero el tótem de 2,3 metros de altura no es solo un símbolo de sostenibilidad. «Con ella, también quiero representar la perseverancia y la resistencia de los ciclistas», subraya Shoodrik.
Un nuevo y audaz comienzo
Al fin y al cabo, Cédric Surmin también sabe lo que es demostrar perseverancia y fuerza de voluntad. En 2016, comenzó su carrera como artista soldador a tiempo completo sin haber completado nunca ningún curso oficial sobre soldadura. Antes, reparaba y alquilaba bicicletas. «La soldadura fue una elección obvia, ya que la mayoría de las piezas de bicicleta son de acero, así que me di cuenta inmediatamente de la conexión con el material», dice Shoodrik, explicando por qué eligió este estilo de arte. «Además, el arte del metal no tiene límites, salvo tu propia imaginación».
A continuación, Cédric se hizo con el equipo necesario y se puso en marcha por su cuenta. Surmin deriva su nombre artístico de la pronunciación portuguesa de su nombre de pila: «La mitad de mi familia es portuguesa. Shoodrik es simplemente la forma en que algunos de mis familiares pronuncian mi nombre de pila, Cédric. Yo solo adapté un poco la grafía», explica.
Actualmente, trabaja hasta 75 horas a la semana en su propio estudio, que hace las veces de taller y almacén, así como de galería donde pone a la venta sus obras. «Mi estudio está situado justo al lado de una de las playas de baño y surf más bonitas de la isla, así que de vez en cuando me doy el gusto de hacer una pausa para surfear», dice el artista.
Los contratiempos forman parte del proceso
Shoodrik tiene un consejo importante para cualquiera que también quiera descubrir su lado artístico en la soldadura: No dudes en volver a intentarlo si el resultado no es el que esperabas. «El arte de la soldadura no tiene que ver con la resistencia o la penetración, lo más importante es que quede bonito».
Sin embargo, las uniones también deben ser lo bastante estables en el arte para que estas puedan durar décadas. Por ello, utiliza equipos de soldadura Fronius para crear sus obras. Para trabajos de soldadura TIG, utiliza iWave 230i, mientras que para MIG/MAG, usa TransSteel 3000 Pulse. «La gran variedad de funciones me da la oportunidad de producir uniones que no son estándar, como acero de 5 mm con cobre o latón. Como también trabajo mucho con TIG, iWave 230i, con el pedal Bluetooth incluido, me da la máxima libertad. Por no hablar de que el color rojo combina a la perfección con la decoración de mi taller», afirma entusiasmado Surmin.
Un Pinocho robótico como próximo gran proyecto
El artista también soldó su escultura metálica para los Juegos Olímpicos con Fronius iWave. «Desde hace tiempo colaboro estrechamente con Fronius France porque me ha convencido la calidad de sus productos», subraya. Cédric Surmin lleva varios años utilizando los sistemas de soldadura Fronius. Cuando la empresa tuvo conocimiento de él a través de sus canales en redes sociales, quedó impresionada por su obra y le ofreció colaborar.
«Mi próximo gran proyecto también será en colaboración con Fronius», anuncia Surmin. Está prevista una nueva versión cinematográfica de Pinocho en un formato industrial moderno. «Geppetto of the Modern Time» (Geppetto de los tiempos modernos) es un cortometraje realizado conjuntamente por Fronius France y la productora Ludens Production.
En la película, Geppetto crea un Pinocho robótico a partir de metal reciclado y le da vida. Shoodrik ya lleva varios meses trabajando en ello en su taller. Modeló una cabeza con arcilla, sin olvidar su característica nariz larga, para usarla de plantilla para la cabeza de metal soldada con tuercas y tornillos.
El sueño de Shoodrik
Shoodrik está cumpliendo su gran sueño: «Mi principal objetivo es seguir ampliando mi canal de YouTube para conseguir más encargos, como el proyecto de la película de Pinocho», revela ambicioso. «La soldadura es un oficio muy visual y es ideal para la creación de cortometrajes».
El 12 de diciembre también participará en la inauguración de un nuevo centro de formación para soldadores en Bretaña. Una de sus esculturas se expondrá permanentemente tanto en el exterior como en el vestíbulo del edificio.
A pesar de los numerosos encargos que está recibiendo, sigue fiel a sus valores fundamentales de perseguir una forma de arte más sostenible. Así pues, Cédric Surmin continuará su afanosa búsqueda de piezas oxidadas de bicicleta en la isla de Ré para ensamblarlas y crear impresionantes esculturas de metal.
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