Es un día normal de trabajo en el taller. De repente, Frank, un soldador experimentado, siente un breve escozor en los ojos y da un paso atrás. Aunque solo se ha descuidado un momento, ya ha sufrido daños. Pero, ¿qué significa esto, qué se puede hacer y cuáles son las posibles consecuencias?
Frank lleva muchos años soldando, pero ese día estaba distraído. Miró rápidamente a un lado, con la careta aún abierta, y ocurrió. Un intenso destello golpeó su retina y la radiación ultravioleta del arco surtió efecto. Incluso antes de terminar su turno, Frank sentía ya una desagradable sensación de escozor en los ojos, que poco a poco se fue intensificando.
Los primeros síntomas
A Frank le lloran los ojos y tiene dificultades para ver con claridad; también los tiene rojos y ligeramente hinchados. También está teniendo problemas de sensibilidad a la luz. Sabe que tiene que tomar medidas ya. Pero, ¿qué ha ocurrido exactamente?
El diagnóstico médico
Frank consulta al médico de su empresa, que confirma sus temores: queratoconjuntivitis fotoeléctrica, también conocida como «quemaduras en los ojos». La intensa radiación ultravioleta ha dañado la córnea y la conjuntiva de sus ojos. «La radiación del arco desencadena una reacción inflamatoria en las células sensibles de la superficie del ojo, que puede provocar graves problemas visuales si no se trata», explica la Dra. Diana Pöppl, de la Allgemeinen Unfallversicherungsanstalt o AUVA (Institución General austriaca de Seguros de Accidentes). En concreto, la radiación ultravioleta daña las células sensibles de la córnea y la conjuntiva. Las células epiteliales de la córnea mueren, lo que provoca una reacción inflamatoria en el tejido adyacente. La consiguiente exposición de la terminaciones nerviosas produce una sensación de escozor en los ojos de Frank (Fuente: DocCheck Flexikon).
Consecuencias a largo plazo
Frank ha tenido suerte. Tras unos días de tratamiento con colirios antibióticos y antiinflamatorios, los síntomas han mejorado. Sin embargo, el médico de la empresa le ha advertido de que sufrir quemaduras repetidas pueden provocar inflamación crónica y daños permanentes en la córnea. En el peor de los casos, existe incluso riesgo de ceguera.
Estudios empíricos y ejemplos
Estudios del Bundesanstalt für Arbeitsschutz und Arbeitsmedizin o BAuA (Instituto Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo de Alemania) demuestran que los soldadores que trabajan habitualmente sin la protección adecuada están expuestos a un riesgo significativamente mayor de sufrir lesiones oculares. En Alemania, unas 260 000 personas trabajan en soldadura, y casi un millón en toda Europa. Un ejemplo es el caso de un soldador que trabajó durante años sin la protección antideslumbrante adecuada. Ahora, sufre de inflamación ocular crónica y de un deterioro considerable de la visión. Soldar ya no es una opción para él, aunque use la mayor protección antideslumbrante posible.
Estadísticas sobre lesiones oculares
Según la Deutschen Ophthalmologischen Gesellschaft o DOG (Sociedad Alemana de Oftalmología), cada año se producen en Alemania unas 300 000 lesiones oculares, el 5 % de las cuales tienen consecuencias graves. Entre ellas se incluyen la discapacidad visual permanente, el dolor crónico y, en casos extremos, incluso la ceguera.
Las lesiones oculares causadas por la soldadura son también un grave problema en Austria. Según la Allgemeinen Unfallversicherungsanstalt o AUVA (Institución General austriaca de Seguros de Accidentes), en 2023 se produjeron un total de 129 866 accidentes laborales, de los cuales muchos se debieron a lesiones oculares. La AUVA subraya que muchas de ellas podrían haberse evitado mediante el uso de medidas de protección adecuadas.
Opiniones médicas
Los médicos insisten en la importancia de tratar las quemaduras de inmediato. «Los síntomas deben tomarse en serio y tratarse rápidamente para evitar daños a largo plazo», explica la Dra. Diana Pöppl. Los signos típicos de las quemaduras son el enrojecimiento, el lagrimeo, la sensación de cuerpo extraño y la sensibilidad a la luz. «Lo primero que hay que hacer es mantener los ojos cerrados y no frotar, ya que esto puede empeorar la inflamación. Las lentes de contacto deben retirarse inmediatamente», aconseja. Los tratamientos habituales incluyen colirios antibióticos y antiinflamatorios.
Medidas de protección
Para evitar este tipo de accidentes, los soldadores deben llevar siempre caretas adecuadas con filtros de radiación ultravioleta. Las barreras de seguridad certificadas para la soldadura también son importantes para proteger a todas las personas que se encuentren en las inmediaciones de los trabajos de soldadura. «También es aconsejable descansar periódicamente y recibir formación», subraya la Dra. Pöppl.
Las caretas de soldadura son esenciales para la seguridad de los trabajadores. Fronius ofrece modelos conocidos por su calidad y fiabilidad, como los siguientes:
Fronius Vizor 4000 Professional: esta careta ofrece una protección perfecta y hace que todas las tareas de soldadura sean más seguras, eficientes y cómodas.
Fronius Vizor Crystal: con su exclusiva tecnología antideslumbrante, esta careta ofrece una visión clara y una protección óptima.
Reconocimiento como enfermedad profesional y pensiones
En Alemania, las lesiones oculares causadas por la radiación ultravioleta, como las quemaduras fotoeléctricas, están reconocidas como enfermedad profesional en determinadas circunstancias. De ello se encargan las mutuas profesionales, que también son responsables del pago de las pensiones por lesiones permanentes. Sin embargo, no se dispone públicamente de cifras exactas sobre las pensiones pagadas por queratoconjuntivitis fotoeléctrica.
En Austria, las lesiones oculares causadas por los trabajos de soldadura también pueden reconocerse como enfermedad profesional si puede demostrarse una relación clara entre la actividad laboral y la enfermedad. La AUVA es responsable de su reconocimiento y compensación. En este caso, tampoco se publican cifras concretas sobre las pensiones por accidentes debidos a quemaduras oculares.
Qué hacer en caso de sufrir quemaduras oculares
Franz Bichler, instructor de soldadura en Fronius International, explica: «Yo también solía sufrir quemaduras. A menudo subestimaba el reflejo de los arcos en paredes cercanas cuando estaba en la proximidad inmediata de los trabajos de soldadura».
En aquella época, era práctica común entre los soldadores lavarse los ojos con una solución salina estéril y luego aplicarse paños humedecidos en leche fría. Sin embargo, hoy sabemos que este enfoque es completamente contraproducente, ya que aumenta el riesgo de inflamación. Las quemaduras producen pequeñas cicatrices, que pueden inflamarse fácilmente.
«Aconsejo consultar inmediatamente a un médico, pues no debe correrse ningún riesgo cuando se trata de quemaduras en los ojos. Conozco soldadores que apenas ven nada cuando realizan soldadura TIG porque, durante años, no se protegieron lo suficiente y no fueron al médico», añade Bichler.
La buena noticia es que las lesiones suelen curarse entre 24 y 48 horas con el tratamiento de un especialista.
Quemaduras repetidas
Las quemaduras frecuentes en los ojos provocan con el tiempo problemas oculares crónicos, como los ya mencionados, y una mayor propensión a sufrir nuevas lesiones. Con el paso de los años, puede aumentar considerablemente el riesgo de padecer enfermedades oculares graves, como las cataratas.
Conclusión
La historia de Frank es una advertencia para todos los soldadores: ¡Tomaos en serio el peligro y proteged vuestros ojos! Sin embargo, si se actúa correctamente, no hay por qué preocuparse: con las medidas de protección adecuadas y un tratamiento médico rápido, se pueden prevenir eficazmente los daños a largo plazo. Tus ojos son tu herramienta más valiosa, así que mantente alerta y asegúrate de que los mantienes a salvo.
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