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¿De cuántas maneras posibles se pueden soldar dos metales?

Inevitablemente, la palabra soldadura nos lleva a la imagen de un proceso de soldeo mediante un arco eléctrico, pero ¿se puede soldar sin la existencia de un arco eléctrico?

La respuesta es clara: SÍ

De la misma manera, también tendemos a pensar que para poder soldar dos metales debemos llegar a la temperatura de fusión de los mismos, pero ¿realmente es así?, ¿se puede soldar sin llegar a la temperatura de fusión de los metales que quiero unir?

La respuesta a esto también es afirmativa.

Si tenemos en cuenta que el objetivo de una soldadura es transmitir esfuerzos (también puede tener un propósito de sellado, pero eso lo dejaremos de lado), tanto la forma de transmitir como su capacidad, son aspectos que estarán influenciados por cómo hemos realizado la unión.

Una primera clasificación de los diferentes procesos de soldeo se puede extraer de AWS A3.0. Este documento afirma que los procesos de soldeo se pueden englobar en tres grandes grupos:

  • Soldeo por fusión
  • Soldeo en estado sólido
  • Soldeo blando y fuerte (más conocido por sus términos en inglés brazing y soldering)

En el soldeo por fusión se debe llegar a la temperatura de fusión del metal base que se desea unir. El origen del calor necesario puede deberse a una combustión, a un arco eléctrico, al efecto Joule, al impacto de partículas de alta energía, etc. En este grupo estarían incluidos los procesos más conocidos: electrodo revestido, MIG, MAG, TIG, resistencia, láser, etc. Aquí están los procesos de soldadura más empleados a nivel industrial, pero que más hacen sufrir al material, ya que generan una zona afectada por el calor de la soldadura que altera las propiedades físicas y mecánicas del metal base.

La soldadura en estado sólido está realizada sin llegar a fundir el metal que queremos unir; es un proceso basado en la difusión atómica por lo que se ve favorecido por la presión, la temperatura y el tiempo. Un ejemplo de una técnica basada en la difusión es la unión por forja, en la cual en ningún caso llegamos a la temperatura de fusión del metal base y el éxito o fracaso de la unión dependerá en gran medida de la limpieza de las superficies a unir y de la compatibilidad metalúrgica.

Por último, en la soldadura fuerte y blanda únicamente llegamos a la temperatura de fusión del metal de aporte y de ningún modo llegamos a fundir el metal base. Todos hemos visto como un fontanero calienta unos tubos de cobre para depositar después una varilla de estaño. El cobre funde a 1080ºC y el estaño a 232ºC. Con esto, el estaño se funde y rellena el pequeño hueco existente entre los dos tubos colocados a solape.

Es curioso pensar que el primer proceso de soldadura empleado por la humanidad sea aquel que es más sencillo de aplicar desde un punto de vista técnico. De hecho, para unir de una forma efectiva láminas finas de oro para hacer un recubrimiento ornamental, se aplicaba una ligera presión con un pincel entre las láminas. El oro no produce óxidos estables a temperatura ambiente, por lo que no hay una barrera natural para la difusión entre átomos, y con la simple presión del pincel se eliminaban posibles huecos y se creaba un contacto íntimo entre las láminas, haciendo la difusión el resto.

Por supuesto, el método de unión debe estar a la altura de la exigencia física y estructural de la unión soldada. Sería impensable utilizar la presión de un pincel para la fabricación de un moderno submarino. Entonces, ¿cuántos procesos de soldeo existen?

Para responder a la pregunta anterior y ver todos los procesos de soldadura y sus variantes, merece la pena consultar la Norma Internacional EN ISO 4063: Soldeo y técnicas conexas. Nomenclatura de procesos y números de referencia. Esta norma asigna un número de referencia a cada proceso de soldeo y corte térmico.

La normativa EN ISO 4063 solo nombra y define los procesos de soldeo, no recomienda cual es el mejor para una determinada aplicación ni tiene en cuenta las variantes que puede añadir cada marca de fabricantes de equipos de soldadura. Por ejemplo, aunque el proceso Fronius CMT (Cold Metal Transfer) es único en el mercado, la norma solo lo clasifica como 131 o 135 y como mucho le añade la letra P de pulsado.

En Fronius no solo desarrollamos soluciones para soldadura, sino que vamos más allá y apostamos por la formación. Por ello, te invitamos a descubrir las homologaciones y titulaciones, incluyendo el Máster en Ingeniero, Técnico y Especialista Internacional de Soldadura IWE/T/S, que se imparten desde Fronius España Perfect Welding.

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